CAMAGÜEY.- Todavía persisten heridas del huracán Melissa. Santiago de Cuba fue muy golpeada por el fenómeno meteorológico, y pese a los esfuerzos propios, y del apoyo del resto del país, no se disipan los daños infligidos.
En los últimos años, trece exactamente, la natura colocó dos ciclones en la ruta santiaguera: desde el muy destructivo Sandy, hasta el más reciente, que también estropeó severamente, pese a que su trayectoria sufrió un ligero desvío hacia el oeste, y ello impidió un ataque más frontal.
Pero los cubanos sabemos de la brutalidad que descargan, y cómo su poder destructivo exige interminables horas de trabajo preventivo, y el requerido para regresar con la mayor celeridad posible a la normalidad.
Queda claro, que cuando los impactos son enormes, los problemas no se resuelven con un simple chasquido de dedos. Es un trabajo lento, arduo, sobre todo porque los recursos materiales tienen tantísimas limitaciones, y es casi un acto de magia conseguir un regreso rápido, expedito, a la cotidianidad.

CUANDO EL RELOJ CUENTA...
En Cuba, los problemas de uno o de varios, es asumido con una visión conjunta. Es una dinámica histórica, un ejercicio que Fidel enseñó ante cada situación adversa. Y ahora, no fue excepción.
Camagüey se movilizó “ipso facto", y en cuestión de unas pocas horas se alistaron los primeros envíos hacia un destino inicial: Granma. Hasta allá se llegó, cuando las aguas del Cauto desbordaban su cauce normal.
La respuesta general no se hizo esperar.
Posteriormente, otra carga solidaria embarcó hacia predios santiagueros, para patentizar la vocación humanista intrínseca de nuestro pueblo.
Ya se abría, gradualmente, la noche. Escasas luces alumbraban a esa urbe citadina, cuya infraestructura eléctrica todavía muestra postes y cables en el suelo. Se apresuran las tareas de reanimación, empero es una labor tremendamente compleja.
Hay zonas, cuya geografía, y las condiciones del terreno, entorpecen cualquier propósito de resolver a la mayor brevedad.
Los imponderables no mermaron la disposición. Pese a los muchos inconvenientes, incluido el agotador traslado, se procedió a descargar lo que gustosamente se habia destinado a ese fin.
Nada para más tarde, si habia condiciones para agilizar los procesos. Y en ese ímpetu, sin soltar el “polvo del camino”, no faltaron manos camagüeyanas para respaldar la agotadora tarea. La gratitud era visible. Un viejo estibador lo dijo con una expresión muy típica: “gracias, compay”...
Con los primeros albores, el golpe final: los bienes aportados, incluidos productos de aseo, industriales y ropa diversa, quedaron en manos de los anfitriones. Los bultos, más de 200, recogían ese spíritu genuino de compartir con quienes lo necesitan.
EL LENGUAJE DE LA HERMANDAD...
La sencillez y hospitalidad es casi proverbial en aquella populosa urbe. Pese a los retos continuos, no pierden ni el optimismo ni la capacidad para recuperarse.
Las adversidades no le cortan el aliento.
Pese a las abundantes urgencias, las autoridades santiagueras estaban allí, para intercambiar saludos y agradecimientos. Hablaron de sus muchos problemas, de cómo en estas circunstancias tienen no solo la palabra de aliento, sino también necesarios recursos procedentes de otros territorios, alimentos incluidos.
Niurka Bell Calzado, jefa del Grupo Político del Consejo de Defensa Provincial (CDP) en Santiago de Cuba, en el recibimiento, trasladó satisfacciones por la mano solidaria del pueblo camagüeyano en un momento tan complejo.
“Ustedes vinieron a compartir con nosotros lo que poseen”, dijo, y agregó, que el aporte debe interpretarse como una señal de hermandad, y eso es algo que nos hace fuertes, y es porque somos también unidos”.
“Debemos resaltar, afirmó, que desde otras provincias se materializó el respaldo con eléctricos, constructores, y trabajadores de las comunicaciones".
El propósito es uno: que la ciudad sea bella, higiénica, ordenada y disciplinada, tal como pidió en su momento el General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Belkis Villa Tabares es la directora general de la Empresa de Acopio en Santiago, y quien, a pesar de múltiples tareas pendientes, también se sumó al recibimiento de la carga suministrada desde la provincia agramontina.
Consideró que para ellos, constituía un verdadero orgullo recibir esta donación, “pues sabemos que nos lo entregan con muchísimo amor, al igual que lo han hecho Artemisa, Cienfuegos, La Habana y Matanzas, entre otros.
“Muchas gracias”, expresó finalmente.
CAMAGÜEY POR LA VIDA...
Es casi impensable hablar de recuperación sin la complicidad de todos. Y si algo hemos ejercitado casi con devoción atlética, es el multiplicar las fuerzas en función del bien común.
Organismos como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la ANAP, y la CTC, tuvieron protagonismo, aunque funcionó igualmente el esfuerzo desplegado por otros para el éxito del objetivo.

El chofer Osmin González Llerena, pertenece a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Arnaldo Guzmán, de Céspedes, condujo uno de los medios empleados para el traslado de la preciosa carga.
“Fue el resultado, precisó, del aporte no solo de los campesinos de mi CCS, sino también de otras unidades anapistas del municipio”.
-¿Tú primera experiencia?
-“Sí, es la primera vez”.
-¿Qué opinas?
-“Es algo nuevo, algo muy bonito para mí, y una positiva experiencia personal el haber contribuido con el pueblo santiaguero”.
Félix Álvarez, funcionario de política del Gobierno Provincial, acotó que ese donativo recogió la contribución, fundamentalmente, de Florida, Céspedes y Sierra de Cubitas, aunque también se incluyó una parte de la capital agramontina.
Todo lo recaudado permitió reunir más de una decena de artículos de alta demanda, como por ejemplo, los casos del arroz y el carbón, que será empleado, principalmente, en los centros de elaboración, afirmaron autoridades santiagueras.
Richard Richard Ramírez Arias, miembro del secretariado del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), declaró que hubo una inmediata respuesta.
-“Santiago no es solo una ciudad, es símbolo de resistencia, cuna de la Rebeldía, tierra de héroes y de un pueblo que nunca se rinde”, acotó el dirigente obrero ante autoridades de esa otrora capital oriental.
“Cada caja, cada donación, que entregamos, lleva el corazón de los camagüeyanos, que piensan en ustedes con gratitud y cariño, afirmó.
Y concluyó: “(...) estamos con ustedes hoy y siempre. Reciban, de todos, un fuerte abrazo".
Estas primeras “cargas” hacia el oriente, muestran la capacidad de respuesta popular.
Y también prueba, que la solidaridad sigue teniendo en Camaguey, como en toda Cuba, los brazos largos... bien largos.