NAJASA, CAMAGÜEY.- El camino largo, muy largo. El marabú, señor de aquellos parajes, se impone a ambos lados y por tramos amenaza con impedir el paso al “intruso”. Uno, dos, tres… es insostenible seguir la cuenta de las tantas casas de vaquerías y sus inmensos tanques de cemento, en completa ruina en medio de aquel “mar” verde intenso y espinoso. Los despojos de las construcciones y los aislados pedazos de asfaltado sobre el terraplén son las únicas huellas de lo que fue la cuenca lechera camagüeyana con la que soñó Fidel y que se vio truncada con la llegada del período especial.

Es imposible imaginarse que 21 kilómetros adentro, en un punto inhóspito entre Najasa y Sibanicú, hay un lugar como El Maguey, la finca del campesino Carlos Isel Hidalgo Aguilar, de la cooperativa de créditos y servicios Rafael Guerra Vives. Los resultados que allí obtiene en la aplicación de la reproducción asistida lo avalan como el Mejor Productor en Cuba, reconocimientos que obtuvo de forma consecutiva en la I y II Feria Nacional de Reproducción (2018 y 2019).

EL ABC DE LA GANADERÍA

Iselito, como lo conocen todos, afirma que la carta de triunfo en la ganadería consiste en asegurar agua, comida y un buen manejo al rebaño, lo que él llama el ABC. “Para la rotación de los animales disponemos de cinco caballerías compartimentadas en 42 cuartones, cada uno con depósito de agua. Desde que el Comandante habló de la importancia de la siembra de plantas proteicas nos incorporamos a ese movimiento. En estos momentos tenemos sembradas dos hectáreas de morera, dos de tithonia, dos de king grass y dos de caña forrajera, además de la moringa”.

 

 

 La dieta del ganado debe incluir de un 20 a un 30 % de componentes de esas plantas para mantener y aumentar los planes de producción. La dieta del ganado debe incluir de un 20 a un 30 % de componentes de esas plantas para mantener y aumentar los planes de producción.

“Son muchas las ventajas de su empleo en el alimento del ganado; por ejemplo la morera tiene entre un 23 y un 24 % de proteína, aporta una cantidad de energía comparable con los mejores piensos, además de vitaminas. Como elemento favorable se pueden procesar y almacenar para la sequía”.

A ese ingrediente para la producción de leche añade otro: la reproducción asistida:

“Antes de comenzar a aplicar la inseminación (hace 10 años atrás) entregaba entre 40 y 50 litros al día, ahora promedio 550 en una jornada y sin aplicar el doble ordeño. Nosotros dirigimos la escalera de parto. Como resultado del tratamiento hormonal que les ponemos, a los 65 días después del nacimiento del ternero ya el animal debe caer en celo. Las novillas las incorporamos a la reproducción a los 18 meses y logramos el primer parto con 27 meses.

“No tenemos vacas vacías —aseguró— eso solo se logra con la aplicación de la ciencia, al mantener el control sobre el ganado no se pierden celos y por lo tanto tiempo. Resulta mucho más efectivo que la monta tradicional y permite mejorar genéticamente los animales”.

Miguel Ángel Heredia Martínez es el reproductor de la finca. Este inseminador de la vieja guardia, graduado en 1970, fue testigo del florecimiento y posterior declive de la ganadería camagüeyana. “Fue doloroso ver como las vaquerías se destruyeron y todo se vino abajo, pero yo seguí en lo mío. Le puedo asegurar que aquí hacemos realidad el sueño de Fidel, que insistió en la importancia del mejoramiento genético”.

“Todo lo llevo a punta de lápiz. Cuando toca incorporar a la novilla le hago el examen para saber si está apta o no. Luego de los dos servicios de inseminación, a los tres meses, le realizo el diagnóstico de gestación recto vaginal para saber si está gestante. En la finca hay todas las condiciones para hacer mi trabajo”.

Aplicar la inseminación constituye una de las deudas de la ganadería en la provincia, pues solo se le hace al 38 % de las hembras. En opinión de Hidalgo Aguilar impide el avance en ese sentido es la escasez de termos criogénicos para mantener las pastillas y que los técnicos andan a pie o con medios propios y las distancias son muy largas con caminos malos. “La vaca no espera, el procedimiento es en el momento óptimo. Urge la adquisición de medios de transporte al igual que celulares para que se puedan localizar”.

Entre sus muchos logros comenta el estudio que realizan de conjunto con el Centro de Investigaciones para el Mejoramiento Animal de la Ganadería Tropical (CIMAGT), de La Habana, sobre la efectividad del empleo de la ,inseminación con pastillas sexadas. Tal procedimiento ha garantizado que el 80 % de los nacimientos sean de hembras, con lo que se asegura el remplazo.

Además recientemente aplicaron, con la asistencia del Doctor en Medicina veterinaria Reinaldo Pérez Lastre, especialista del laboratorio de transferencia de embriones Desembarco del Granma, de la Empresa Genética Rescate de Sanguily, la primera transferencia de embriones en animales del sector campesino. Las seis vacas que quedaron gestantes a partir de esa moderna técnica deben parir en el mes de marzo del 2020.

 

Resultados por indicadores que avalan su buen hacer

INDICADORES

A lo que se aspira en Cuba Lo que logran en la Finca El Maguey
Natalidad a partir de la inseminación entre 70 y 80 % 94%
Intervalo entre parto y parto 420 días 388 días
Vacas gestantes 37 y 40 % 41.1 %
Vacas vacías 10 y 12 % 7.5 %
Vacas recentinas 12 y 15 % 12.1
     

En Camagüey las bases productivas que pertenecen al Movimiento Millonario logran un promedio de 4.82 litros/vaca ellos logran 8.3 litros/vaca (en un solo ordeño)

 

LLEGÓ EL DESARROLLO AL MAGUEY

Con la colaboración de las máximas autoridades políticas de la provincia electrificaron la finca a principios del 2018. “Entonces llegó el desarrollo. Me asignaron dos termos de enfriamiento, uno de 1 000 litros y otro de 500; no solo para mí, sino para que otros campesinos de los alrededores entreguen aquí sus producciones. Pudimos instalar un equipo de alta potencia para procesar las plantas proteicas, iluminamos todo y mejoraron las condiciones de vida, rememora Isel

“Me encuentro enfrascado en la terminación de una planta para ordeño mecanizado, marca argentina DLaval, de cuatro posiciones. Con tecnología de punta, circuito cerrado;, la leche irá directo de las tetas al termo, sin manipulación, lo que garantiza más inocuidad del alimento.

“El promedio de litros de leche por vaca es de 8.3; aplicamos solo un ordeño. Con el nuevo equipo vamos a incorporarlo mañana y tarde, por lo que el promedio debe subir a 11 litros y más”.

Isel cuenta en la actualidad con 126 vacas en su rebaño, de ellas 15 recién paridas y el resto gestante, además de 71 novillas, por lo que considera que sin contratiempo podrá sobrecumplir los 176 000 litros de leche que tiene contratado con la Empresa de Productos Lácteos Camagüey.

El experimentado ganadero, miembro del Comité Nacional de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), ha convertido al Maguey en una especie de oasis. Él quiere seguir desarrollando su finca porque tiene la certeza que defendiera Fidel desde 1961: “El porvenir está en la ganadería”.