CAMAGÜEY.- Luego de brindar un gran espectáculo en semifinales ante el fuerte conjunto de Guáimaro, la novena de Florida sacó boleto para discutir el cetro de la 47 Serie Provincial de Béisbol ante los campeones defensores del municipio capital.
El duelo entre floridanos y guaimarenses tuvo que definirse en un quinto partido, luego de que ambos hicieran valer la localía con par de victorias. En el estadio Ignacio Agramonte, los Azucareros remontaron el primer juego con marcador final de seis anotaciones por cuatro y en el segundo mostraron superioridad 8-0.
Parecía que el siguiente paso se consumaría rápidamente, pero los Tigres se atrincheraron en el Tricontinental y vencieron con pizarras de 2-0 y 6-4. Así las cosas, en el choque definitivo el derecho Eliezer Tan controló a la armada oriental y llevó a los suyos a la final con marcador de dos carreras por cero.
En el otro encuentro semifinal los Halcones cubiteños no pudieron revertir lo ocurrido en la discusión del título de la pasada contienda y volvieron a caer ante los Príncipes. Los capitalinos salieron sonrientes del Cándido González tras superar a los del Valle Rojo seis por cinco y cuatro por ceros, pero a su llegada al terreno del Mario Herrero Toscano cayeron 10-3 ante el experimentado zurdo Rodolfo Soris. Fue el momento de encomendarse al talentoso Raidel Rodríguez, quien con 99 lanzamientos garantizó el triunfo crucial por lechada de diez anotaciones por cero.
De esta manera quedó planteada la final, que comenzará este sábado siete de junio con doble juego en el coloso del Casino Campestre a partir de las 10:00 a.m. Tres días después las acciones se trasladarán al Agramonte y de ser necesario un quinto duelo se regresaría al Cándido el siguiente sábado.
Sin dudas esta será una porfía de poder a poder, pues Florida desde que se reforzó con los peloteros de Esmeralda completó un line up peligroso, comandado por el toletero Yosbel Pérez. Eso sí, los de la ciudad cabecera son el conjunto mejor preparado de la lid y tienen mayor equilibrio en los parámetros de rendimiento, por lo que salen de favoritos.
Servida la mesa. ¡A disfrutar el festín de ponches y batazos!