CAMAGÜEY.- Hoy no será una simple nota con lo sucedido en el juego de béisbol, los acontecimientos obligan a comenzar hablando de un hecho que se repite una y otra vez y nadie toma cartas en el asunto. Nuevamente le toca a Camagüey, en el Cándido a las 4:10 pm suspendieron el partido, casualmente el mismo árbitro principal que sobre esa hora ya había suspendido uno contra Industriales aquí mismo.
En aquel momento muchos pensamos que era favoritismo azul, pero no, hoy me convenzo de que es falta de profesionalidad y de amor por lo que hacen.
¿Cómo pretender tener resultados en la arena internacional cuando la serie nacional no se respeta y cualquiera hace lo que entiende? Por qué dar respuestas como la que le dio el comisario técnico del choque a Yorbis Borroto, "cuando se suspendió contra Matanzas ninguno de ustedes vino a protestar porque les favorecía, así que ahora no vengan".
Se impone la refundación del sistema de béisbol en la isla, limpiar y empezar de cero a construir lo que una vez tuvimos. Mientras, se seguirán viendo cosas como suspender un juego a las 4:10 de la tarde, con el sol afuera y sin una nube en el cielo. Por fin una buena de toda esta situación, tomaron la decisión de no suspender más por oscuridad, los juegos se sellarán y se reanudarán al otro día.
Es increíble el nivel de improvisación de los directivos de la pelota nacional, había que esperar a que sucediera esto tres veces para hacer una jugada que se cantaba sola. Mientas no se ponga coto a la falta de seriedad que hay con la pelota cubana no podemos aspirar a ganar algo fuera del país, todo se construye desde abajo y empieza por respetar una competición de seis décadas.
El imparcial tomó esta decisión cuando los Toros perdían seis carreras por tres en la parte baja de la séptima, en un choque en el que los Leñadores de las Tunas fabricaron una el capítulo inicial, gracias a la rapidez de su hombre proa, y otra en el tercero empujada por su cuarto bate Yosvani Alarcón.
En la tercera, parte baja, los de casa marcaron tres y se aprovecharon de la mala defensa mostrada por los tuneros en esta entrada. El hombre grande de los Toros volvió a ser su cuarto bate Alexánder Ayala, con dos imparables en tres turnos, esa entrada terminó con ventaja para los Toros de tres carreras por dos.
Luego vino la debacle, ante la salida del abridor Yoen Socarrás, otra vez por lesión, la dirección del equipo decidió darle la bola a un Juan Sebastián de mucho talento pero que lleva tiempo sin lanzar y esto le pasó factura. Luego optaron nuevamente por un Erisleri Basulto que se ha mostrado ido de pitcheo en sus últimas apariciones, lo suficiente como para no traerlo con el choque todavía ganándolo por la mínima.
Después de las complicaciones de Basulto trajeron a Carlos Espinosa, de mucho talento pero sin experiencia a este nivel, porque a diferencia de la primera etapa, esta segunda está hecha para lanzadores de experiencia y controlados, no basta valor y una recta dura. Adrián Pérez, otro novato, sacó la cara por los lanzadores camagüeyanos, pero la dirección de los Toros debe comprender que esta fase, con la calidad concentrada es para lanzadores con un camino ya recorrido.
Con el choque 6x3 se llegó al 7mo, que ha dejado de ser el inning de la suerte para los camagüeyanos para convertirse en el de la desgracia y la suspensión de los partidos. Ahora los Toros pierden el liderato en solitario de la campaña, empatan con Santiago y mañana saldrán por su victoria cuarenta.