CAMAGÜEY.- Desde las 10: 00 a.m., el estadio Cándido González abrió sus puertas para recibir al pueblo camagüeyano y a los astros de la pelota cubana en la continuación del Fin de Semana de las Estrellas de la 59 Serie Nacional de Béisbol.

La emblemática orquesta de música popular bailable Maravillas de Florida le puso ritmo a las gradas del coloso de la Avenida 26 de Julio desde el mediodía.

Un homenaje a los héroes de la proeza mundialista de Quisqueya en 1969 inició las acciones en el terreno.

Las pruebas de habilidades comenzaron con la carrera de home a primera base, en la que compitieron Luis Vicente Mateo y César Prieto, ambos de Cienfuegos, el granmense Raico Santos, el santiaguero Yoelkis Guibert y el camagüeyano Eglis Eugellés.

Fue esta una prueba muy cerrada, en la que la mayoría bajó de los cuatro segundos, pero el más rápido de todos fue Santos, que recorrió el trayecto en tres segundos y 65 centésimas.

El concurso de disparos de los receptores al barril fue dominado por el artemiseño Andy Cosme, quien hizo diana en una ocasión y en otra su tiro pegó en la base.

El jardinero pinero Alberto Calderón fue el más veloz de los tres participantes en la vuelta al cuadro. Apoyado en su amplia zancada, el muchacho pisó todas las almohadillas en 14 segundos y 70 centésimas.

A 72 centímetros del home plate picó el tiro del pinareño Lázaro Emilio Blanco, válido para coronarse en la prueba de precisión desde los jardines.

En la etapa clasificatoria del derby de jonrones brillaron el mayabequense Yasnier González y el cienfueguero Pavel Quesada con cuatro cuadrangulares cada uno.

El tercer invitado se decidió en una animada serie de desempate entre el campeón defensor Yosvani Alarcón, de Las Tunas, y el anfitrión Alexander Ayala, ganada por este último con cuatro bambinazos.

La tarde cerró con el esperado desafío entre los conjuntos de estrellas del ayer, en el que se reunieron leyendas de nuestro béisbol como los pinareños Omar Linares y Pedro Luis Lazo, el villaclareño Ariel Pestano, el santiaguero Evenecer Godínez y el tunero Osmani Urrutia.

Pactado a cinco entradas, el juego terminó con victoria para los Occidentales con marcador de seis carreras por una. Aunque muchos de los que ayer derrochaban calidad en cada jugada ya no lo pueden hacer, fue un excelente espectáculo para la afición que siempre los apoyó y hoy los venera.