El centro abre a las 9:00 a.m. De lunes a sábado ofrece sus servicios hasta las 9:00 p.m., y los domingos cierra a la 1:00 p.m.

CAMAGÜEY.- Nuestra maqueta se deja ver, después de dos años “escondida” en las labores de acondicionamiento para la mudanza. Ahora vive en los bajos del Edificio Collado, como buena vecina del Parque Agramonte. Aunque estrena casa de lujo y lleva el nombre nuevo de Centro de Interpretación, sigue conteniendo las 330 hectáreas del Centro Histórico de Camagüey.

Los encargados de la Oficina del Historiador cambiaron el rostro y el alma del espacio que funcionaba como parqueo. La apropiada iluminación realza los 15 cuadrantes. Circunda una atractiva gráfica con información del trasiego de la otrora Villa, de construcciones significativas, del barro como material de identidad, de personalidades con vital historia y las credenciales del segmento Patrimonio Cultural de la Humanidad.

También complementan un tinajón de 1836, y tejas y ladrillos antiquísimos, localizados durante excavaciones. Hay una cerámica artística calada, como solo ha logrado Nazario Salazar, y resalta la evidencia de manos y mentes creativas, por los detalles del objeto principal, que ocupó a arquitectos y a otros especialistas, para la escala de 1 en 500. Sobre la maqueta cuelgan cuatro pantallas para la proyección de audiovisuales.

El Centro de Interpretación Camagüey Ciudad Patrimonio abrió el 20 de octubre, con la presencia de Antonio Guerrero, quien lo consideró una obra extraordinaria. José Rodríguez Barrera, director de la Oficina, lo calificó como un sitio para hablar de cultura e historia, y para la sostenibilidad de ese proyecto y del Centro Histórico. Además aseguró que llevarán gratis a maestros y alumnos de las primarias, e intencionarán acciones para los profesores de Historia.

Pero no se asuste. Entrar solo cuesta un peso del modesto, el nacional; dos, la visita guiada y las fotos; y cinco, el servicio con video. Aún estudian más opciones.

Llegar al lugar es empezar un grato paseo, por el amable colectivo y el impacto de las cuatro reproducciones lumínicas de obras pictóricas de Flora Fong, Joel Jover, Héctor Molné y Jorge Santos Díaz, lugareños que pintaron su arraigo a la ciudad, y con los colores del afecto nos abren paso a la maqueta.

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